POR MANUEL ANTONIO VEGA
El joven que propinó el golpe que desencadenó la muerte de Julio César Palmero durante una pelea callejera de boxeo en Hato Mayor del Rey, pidió perdón a la familia de la víctima y solicitó que le permitieran ir al sepelio porque era uno de sus mejores amigos.
Su petición de ir al sepelio no fue concedida por las autoridades, por asuntos de protección.
El joven, que es menor de edad, al ser entregado por sus familiares se mostró arrepentido por el hecho en que está envuelto.
Aclaró que no acostumbraban a pelear, y que tan pronto lo vio caer al pavimento fue a socorrerlo de una vez.
Agregó que él no quería pelear pero que el ocioso, Julio César Palmero insistió tanto hasta que finalmente decidió ponerse los guantes, “para pasar lo peor”.
El padre
Julio Palmero, padre de la víctima, reveló que no actuará en venganza contra el joven que accidentalmente mató a su hijo Julio César Palmero.
“No me anima ningún tipo de rencor, eso ocurrió entre muchachos amigos, nadie imaginó que iba a pasar ese accidente”, dijo.
Indicó que le pidieron se querellarse, pero no “soy hombre de rencor y lo que pasó fue un accidente y quiero tener mi conciencia tranquila”
Autopsia y sepelio
Al cadáver de Julio César Palmero se le practicó una autopsia, para determinar la real causa de muerte.
Tras la autopsia, el cadáver fue regresado a Hato Mayor y de inmediato sepultado en el cementerio municipal, con la asistencia del padre, dos hermanos y varios amigos.