El sacerdote trapense y multipremiado poeta nicaragüense, Ernesto Cardenal, murió este domingo a los 95 años, como producto de padecimientos relacionados con su edad, informó la escritora Gioconda Belli.
“Nuestro gran poeta acaba de morir a sus 95 años, después de una vida entregada a la poesía y a la lucha por la libertad y la justicia”, escribió Belli, en un mensaje dirigido a periodistas.
Cardenal, quien falleció en Managua, se dedicó casi por entero a la literatura sus últimos tiempos, y justo hace un año celebraba la edición de su más reciente libro, “Hijos de las estrellas”.
Hace exactamente un año Cardenal también dirigió una misa en su casa, una de las primeras desde 1985, luego de que el papa Francisco lo absolvió “de todas las censuras canónicas” que le impuso el papa Juan Pablo II, cuando lo suspendió “A divinis”, por mezclar la religión con la revolución sandinista.
El autor de “Oración por Marilyn Monroe y otros poemas” (1965), era uno de los poetas vivos de Latinoamérica más reconocidos a nivel mundial, y en 2010 fue propuesto al Premio Nobel de Literatura por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE).
Cardenal, ganador del prestigioso Premio Reina Sofía de Poesía, el más importante de Iberoamérica, destacó por haber convertido una comunidad de pescadores en una de artistas con altos valores religiosos, en el archipiélago de Solentiname, en el Gran Lago de Nicaragua.
Aunque estaba retirado de la vida política, tras haber pertenecido al Gobierno sandinista en los años 80 del siglo pasado, autor de “Epigramas” (1961) exigió al presidente Ortega en 2018 que detuviera “inmediatamente esta represión que está sufriendo nuestro pueblo”.