Por: Ramón Antonio Veras
I.- Condicionarle la mente al adversario político
1.- En política, por muy lista que sea o se considere una persona, puede llegar a proceder como muy torpe, porque en ocasiones el más perspicaz es víctima de maquinaciones que le nulifican su inteligencia. El quehacer político no se puede analizar como una operación matemática, partiendo de un razonamiento puro, porque la más sencilla cuestión vista exacta, finalmente resulta imprecisa.
2.- Si es cierto que en política hay individuos que llegan a ella dominados por la más profunda candidez, no es menos cierto que también hay que contar con aquellos que su misión es convertir a los ingenuos en tontos al servicio de los intereses de quien con picardía penetra la bonita credulidad para adaptarla a los fines que persigue sin importar que sean los más perversos.
3.- Aquel que resulta mentalmente condicionado reacciona respondiendo a la voluntad de quien le determina el pensamiento, sin importar que se trate de un individuo o una colectividad. Fijar en la mente de otro la idea que se quiere le sirva de guía es subordinarlo en sus actuaciones. Estar supeditado a los dictados ajenos es ser, algo así, como un objeto que funciona mediante procesos puramente mecánicos.
4.- En muchas ocasiones los juicios apreciativos son inducidos para que sean aceptados por grupos humanos nacionales y extranjeros tocando asuntos de interés económico o político en un marco socioeconómico y con implicaciones cualitativas. La conciencia social tiene en un determinado ordenamiento económico componentes muy variados dependiendo del desarrollo y la composición de las distintas clases sociales que intervienen en los debates.
5.- Tomando como punto de referencia el concepto “opinión pública” podemos llegar a comprender muchos de los fenómenos que se dan hoy en la brega política internacional, y el afán de adaptar la conciencia colectiva para que haga suya las opiniones con las cuales se busca desfigurar la realidad para una vez deformada capturar el cerebro del receptor. Se hace una labor de distorsión dando razones contaminadas para que a quien se quiere engañar políticamente abandone sus propósitos y abrace los del adversario.
II.- Opinión pública y guerra mediática
6.- Los sentimientos y el estado de ánimo se van formando poco a poco por la manipulación puesta en conexión con los acontecimientos, hasta que el condicionamiento produce los efectos esperados. La ideología y la sicología social son condicionadas por la impresión anímica que le van fijando a la gente mediante la propaganda sistemática difundida por los diferentes medios de comunicación masivos, lo que crea “la opinión pública de las distintas clases, aunque no del conjunto de la sociedad”.
7.- Un análisis sereno y desapasionado de lo que es condicionar a la opinión pública, lo podemos comprobar con las guerras que ahora soporta Venezuela, y cómo sus adversarios nacionales y extranjeros se esfuerzan por condicionar la mente de los nacionales venezolanos y de la comunidad internacional. Señalando algunos ejemplos podemos identificar modos diferentes de controlar la voluntad para ser manipulada.
8.- El día 4 del mes de agosto del año 2018, mientras el presidente de Venezuela Nicolás Maduro, asistía a una manifestación pública fue objeto de un atentado criminal, los autores utilizando drones. Las agencias de noticias que responden a los enemigos de la Revolución Bolivariana, manejaron el hecho informando que “en un supuesto atentado”; “en un alegado magnicidio”; “se dice que fue una acción criminal”. En ningún momento se dio la noticia verdadera; se buscó distorsionar, torcer la certeza del operativo criminal contra Nicolás Maduro.
9.- El día 23 de enero del presente año, el señor Juan Guaidó, en una plaza pública se autoproclamó Presidente encargado de Venezuela. En lo adelante, todas las noticias que se relacionan con Guaidó, tienen un componente condicionador, el que resulta cuando leemos: “El líder presidente Juan Guaidó” ; “Guaidó, que está reconocido por más de 50 gobiernos”; “Guaidó, el líder de la Asamblea Nacional”; “Guaidó el presidente visitó a…”; “Guaidó, fue ovacionado”; “Guaidó que tiene el apoyo del gobierno de los Estados Unidos…”; “El líder Guaidó lidera protestas populares…”; “El carismático líder Guaidó…”.
10.- Ante la imposibilidad de introducir a Venezuela desde Colombia la simulada “ayuda humanitaria”, el bloque noticioso de la mentira difundió la noticia de que la “ayuda” no llegó a los pobres de Venezuela, porque el chavismo de Nicolás Maduro, incendió los camiones que transportaban los alimentos. Aunque ahora el periódico The New York Times, reconoció y publicó que fueron los adversarios de la Revolución Bolivariana, quienes le pegaron fuego al camión con “la ayuda humanitaria”.
11.- El atentado terrorista eléctrico de que fue objeto Venezuela el 7 de marzo del año en curso, que dejó a ese país por tres días sin energía eléctrica ni agua potable, fue dado a conocer por los medios comprometidos contra la Revolución Bolivariana como un apagón que afectó el sistema eléctrico fruto de la ineficacia de Nicolás Maduro y el chavismo. Esto lo aprovechó el presidente sombra Guaidó para decir que “pronto Venezuela va a salir de la penumbra”. Lo que fue obra del terrorismo, la manipulación quiso hacerlo ver como culpa del chavismo.
12.- Luego de los organismos de seguridad del Estado venezolano denunciar la captura de una célula terrorista integrada por personas vinculadas con el presidente sombra designado Juan Guaidó, el día lunes 25 de marzo, en horas de la tarde, se ejecutó un sabotaje contra el servicio eléctrico en Caracas, acción criminal que fue repetida en horas de la noche del mismo día. Los medios de comunicación atendieron a difundir no las acciones criminales contra la tranquilidad y la seguridad del pueblo de Venezuela, sino a dar a conocer la opinión de Guaidó, en el sentido de que “esos apagones fueron por culpa del usurpador dictador Nicolás Maduro”.
13.- Cualquier dificultad de alimentos o medicinas por el bloqueo económico, comercial y financiero que le ha impuesto el imperio a Venezuela, se busca hacer creer que es como consecuencia de la Revolución Bolivariana.
14.- En el curso de la Revolución Bolivariana, se han efectuado veinticinco (25) procesos electorales, pero la prensa destinada a combatir el chavismo habla de “la dictadura de Nicolás Maduro”; “la tiranía chavista”. Con estos calificativos la propaganda del imperio y la ultraderecha venezolana quieren conseguir que la opinión pública acepte como verdad que en Venezuela existe una dictadura.
15.- Ante una manifestación convocada por el chavismo, si asisten cuarenta o cincuenta mil personas, la prensa mentirosa informa que estaban presentes unos cientos seguidores del dictador Nicolás Maduro. Pero si el presidente sombra Guaidó, hace un mitin y comparecen mil personas, los medios de comunicación al servicio del imperio y la ultraderecha ponen a circular la noticia de que “una multitudinaria concurrencia, estimada en cien mil seguidores del líder y presidente Guaidó, le acompañó y aplaudió en forma delirante”.
16.- No en forma gratuita las grandes agencias de noticias se refieren al “gobierno que encabeza el usurpador Nicolás Maduro”, aunque en las elecciones efectuadas el 20 de mayo de 2018, que resultó electo Nicolás Maduro, participaron otros tres candidatos de partidos opositores. Lo que se trata es de manipular, es decir, la creación de la apariencia para suplantar la realidad; persiguiendo que el que lee o escucha una noticia crea lo que parece ser, pero no es; lo que no se corresponde con la realidad; contraponiendo lo impropio a lo adecuado.