POR JOSE ARMANDO TORIBIO
SANTIAGO..R..D.. ..Sin espacio para nadie más y en medio de un ambiente cargado de algarabía, calor humano, colores navideños, ritmos y saludos fraternos, la Seccional Santiago del Colegio Dominicano de Periodistas celebró su Gran Cena de Confraternidad e Integración Periodística.

El escenario fue el Club Recreativo de los Periodistas de Santiago, un espacio elegantemente decorado donde más de 200 periodistas colegiados e invitados, convirtieron la noche en un motivo especial para compartir y celebrar a sus anchas.
Diálogos, risas, apretones de manos, abrazos, frutas de temporada y sonidos ambientales con ritmos de Navidad, se apoderaron del escenario en la parte informal, más luego se dio inicio a lo que se convertiría por varias horas en un derroche envolvente de disfrutes y satisfacciones.
Vinicio Cruz, que junto a Lily Reynoso fungieron de animadores de la noche, dio apertura al inicio formal de la actividad para lo que solicitó la presencia de Carlos Arroyo Ramos, Secretario General del CDP Santiago, quien dirigiera algunas palabras a los presentes.
Tras solicitar que los directivos presentes le acompañaran, Arroyo Ramos agradeció con fervor la masiva presencia de los periodistas, al tiempo de destacar el extraordinario trabajo hecho durante semanas por el equipo de dirección del gremio, a los fines de ofrecer una celebración con la calidad y organización que se merecen sus colegas periodistas.

“Gracias por asistir y compartir esta noche especial de celebración de la Navidad, una actividad que fortalece nuestros vínculos y reafirma la necesidad de encontrarnos en aras de impulsar la sana convivencia y la unidad en la familia periodística”, afirmó.
Solicitó de los presentes conocer el Club Recreativo, visitar junto a sus familias las instalaciones, tras destacar el extraordinario empeño puesto por el CDP Santiago y la Fundación Periodismo en Reflexión para mantener en niveles óptimos el espacio de compartir y esparcimiento de los periodistas de Santiago.
A continuación, el ambiente fue presa de la atractiva oferta de la noche, reinando el deguste de vinos, wiski, música típica en vivo, son e interpretaciones de la artista internacional Blanka Paloma, así como de Máximo Laureano.
Y el espacio festivo también alcanzó para sorpresas, decenas de atractivas rifas, bailes, fotografías, filmaciones, la suculenta cena navideña, una perfecta combinación que hizo posible el disfrute de una velada exquisita y memorable, que se extendió hasta pasada la medianoche.



Las expresiones espontaneas de satisfacción, el agradecimiento puntual a los organizadores y el reconocimiento sincero al impecable trabajo hecho por los equipos de organización, montaje y protocolo, no se hicieron esperar por parte de los asistentes a la actividad.