Bajo un contexto global caracterizado por una alta volatilidad y liquidez restringida en los mercados financieros, con tasas de interés elevadas, una fuerte apreciación del dólar y tensiones comerciales crecientes, la República Dominicana mantiene el indicador de riesgo país más bajo de América Latina, aventajándose entre sus pares como un destino de inversión seguro.
Según el indicador de bonos de mercados emergentes de la compañía JP Morgan (conocido como EMBI, por sus siglas en inglés), el riesgo país de la República Dominicana era de 530 puntos básicos (pbs) en marzo del 2022, más alto que el riesgo promedio de América Latina, de 460 puntos básicos.
A partir de ese momento, ambos índices comenzaron a mejorar.
Sin embargo, mientras el EMBI latino comenzó a percibirse como más riesgoso desde abril del 2024, situándose en 410 puntos básicos en febrero del 2025, el de la República Dominicana mejoró hasta alcanzar 200 puntos básicos en este mes, “su nivel histórico más bajo”, señala un análisis publicado por el Banco Central de la República Dominicana (BCRD).
El riesgo país dominicano, de 200 puntos básicos, es menor que el de Colombia (316 pbs), México (301 pbs) y Panamá (277 pbs), todos con grado de inversión por al menos una compañía calificadora.
Estas proyecciones se reflejan en las cifras al alza de la inversión extranjera directa (IED), que ha superado los 4,000 millones de dólares en los últimos tres años, y de la cual se espera una expansión de hasta 4,700 millones de dólares al cierre del 2025.