El Consejo Nacional de la Sociedad Civil Haitiana (CNSCA) expresó su “profunda” preocupación por el recrudecimiento de la inseguridad en Haití, por lo que solicita a los países amigos de esa nación el despliegue de una fuerza internacional para acompañar la Policía Nacional.
La organización civil, presidida por Joseph Domingue Orguella, emitió un comunicado de prensa, del que se hicieron eco los principales medios haitianos.
La muerte de Éric Jean-Baptiste en octubre pasado y la del Comisionado de Policía Divisional Harington Rigaud han fortalecido la posición del CNSCA para exigir la intervención de una fuerza extranjera en el país.
El presidente de esta organización, Joseph Domingue Orguella aprovechó para condenar la masacre cometida en la comuna de Cabaret el pasado 28 de noviembre, que costó la vida a 22 personas y varias casas quemadas.
“Gran parte de los habitantes de Savane-Pistache se vieron obligados a huir de sus hogares bajo las balas de bandidos armados que atacaron la subcomisaría de dicha zona. La inseguridad es generalizada ¡La capital está sitiada!», dicen las organizaciones.
“Sin embargo, a pesar de los numerosos esfuerzos realizados por los agentes de las distintas unidades de la Policía Nacional de Haití para frenar el terror de los bandidos armados, estos continúan ganando territorio e intensificando sus abusos. Lo que en consecuencia costó la vida de muchos de nuestros valientes policías. Esta situación va mucho más allá de la policía nacional de Haití, que no cuenta con los medios suficientes para poner fuera de peligro a los matones”, dice el comunicado.