El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva afirmó que la mayor prioridad en el mandato que asumirá en enero próximo será volver a acabar con el hambre en Brasil, como lo hizo en su primer gobierno.
«Nuestro compromiso más urgente es acabar con el hambre otra vez», afirmó el dirigente progresista en su primer pronunciamiento tras ganar las elecciones ante el actual gobernante, el líder ultraderechista Jair Bolsonaro.
Lula recordó durante toda su campaña que Brasil fue excluido del mapa del hambre de la ONU durante su primer Gobierno (2003-2010) pero que actualmente hay 33 millones de brasileños pasando hambre.
«No podemos aceptar como normal que millones de personas no tengan que comer o que consuman menos de las calorías que necesitan», afirmó el líder del Partido de los Trabajadores (PT) en su pronunciamiento en un hotel de la ciudad de Sao Paulo.
El líder progresista afirmó que es inconcebible que un país como Brasil, que es una de las mayores potencias agropecuarias del mundo, el tercer mayor productor de alimentos y el primero de proteínas animales, no «pueda garantizar que todos los brasileños tengan diariamente un desayuno, un almuerzo y una cena».
«Este será nuevamente el compromiso número uno de mi Gobierno», reafirmó el presidente electo en un discurso de cerca de veinte minutos que concluyó afirmando que «combatir la miseria es la razón por la que viviré hasta el fin de mi vida».