Las puertas que el fútbol dominicano lleva 55 años tocando puede abrirse la noche de este miércoles. Dependerá de que el onceno sub-20 esté a la altura en Honduras ante una Jamaica que ha sido parte de sus monstruos en la región caribeña, una de las más débiles del planeta.
La primera aventura de un seleccionado nacional por alcanzar una competencia mundialista terminó en una pesadilla, como la penúltima. Bajo la dirección de Fortunato Quispe Mendoza, el 21 de mayo de 1967, en las eliminatorias para los Juegos Olímpicos de México ’68, Haití goleó al onceno dominicano 0-8 en Santo Domingo y 6-0 en Puerto Príncipe.
Los haitianos también liquidaron temprano el estreno duartiano en eliminatorias al Mundial de mayores, la de Argentina ’78, con goleadas 0-3 y 3-0 en 1976. Tan reciente como en 2018, la tricolor solo necesitaba de una victoria sobre Cuba o Bermudas para clasificarse a la Copa Oro. Cayó ante los primeros en La Habana 1-0 y en Santiago de los Caballeros 1-3.
Un año más adelante sus opciones parecían mayores, pero derrotas ante Montserrat y Santa Lucía hundieron el sueño. ¿Juegos Olímpicos? Para Tokio 2020 el equipo nacional por primera vez llegó a una fase final, pero fue una participación testimonial ante Costa Rica, México y Estados Unidos.
La noche de este miércoles en San Pedro Sula, donde la selección hondureña frecuente en Mundiales y Olímpicos juega de local apoyada por 35,000 espectadores, los dominicanos tendrán que corregir esos espacios defensivos ante unos veloces y certeros delanteros jamaiquinos, que van por su primera visita a un Mundial sub-20 desde su única lograda en 2001.
Este grupo ha demostrado unas agallas de esas que se necesitan para romper pronóstico. En el clasificatorio de noviembre pasado disputado en el Félix Sánchez perdían 0-2 ante una Santa Lucía que se llevaba la plaza, pero apareció la magia de Jason Joseph al minuto 88 y Edison Azcona perforó la portería al 94 para un 2-2 que dio el pase a los criollos.
La misma actitud del domingo ante El Salvador, donde no mostró signos de óxidos. En su primer juego del torneo en el que otros 16 equipos llevaban más de una semana compitiendo, perdía 4-3 al 57, pero al 60 salió la figura de Ángel Montes de Oca para igualar las acciones y Azcona convirtió un penal al 78 para completar la remontada y luego frenar a los centroamericanos.