Santo Domingo.- Como es la tradición por años en Semana Santa, la Catedral Primada de América celebró este jueves la Misa Crismal, la cual es uno de los actos católicos más importantes de la fecha donde la iglesia celebra también la institución de la eucaristía.
El emblemático acto religioso, que fue a “casa llena”, se inició tras una procesión de cientos de sacerdotes en los alrededores de la catedral, destacándose en la homilía el llamado a los curas de acercarse a Dios y al prójimo.
La celebración estuvo presidida por monseñor Francisco Ozoria Acosta, arzobispo metropolitano de Santo Domingo, quien se hizo acompañar de los obispos auxiliares monseñor Benito Ángeles Fernández, monseñor Faustino Burgos Brisman, monseñor José Amable Durán Tineo y monseñor Raúl Berzosa (obispo misionero en República Dominicana).
Francisco Ozoria recordó el discurso que tuvo el papa Francisco en el Vaticano el pasado 17 de febrero y pidió al obispo auxiliar monseñor Benito Ángeles Fernández encargarse de la homilía, profundizando más el simposio del Papa, cuyo mensaje estuvo basado en cuatro puntos centrales: cercanía con Dios, con los obispos, entre sacerdotes y con el pueblo.
El obispo, tras agradecer al arzobispo metropolitano de la capital por ofrecerle la gracia de dirigirse a los clérigos en el Día del Sacerdocio, confirmó que el mensaje estaba basado en el sermón del máximo líder de la iglesia católica .
El clérigo destacó que sea cual el momento que esté viviendo el sacerdote, éste pueda vivir la paz y la fecundidad que el Espíritu quiere regalar, expresando que no se trata de teorías, sino de lo que ha vivido.
En ese sentido, exhortó a los sacerdotes a tener más intimidad con Dios y mantener un ferviente espíritu de oración, de la cual dijo es el grito de un corazón contrito y humillado, como dice Salmo 51:17 y Sal 34.
“Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios” (Sal 51:17).
Sobre la cercanía con el pueblo, resaltó que Jesús quiere que ellos toquen las heridas y sufrimientos de los demás. Aprovechó para recordarles a los curas que deben estar menos distantes de la vida de la gente.