
Santiago.-Las condiciones en que deben ofrecer sus servicios las 604 enfermeras por falta de aire acondicionado y hacinamiento en áreas sensibles del hospital José María Cabral y Báez han desatado su queja.
Durante un piquete protesta, las profesionales de la salud, denunciaron que espacios como emergencia, trauma, medicina interna, observación, son precarios.
Solamente, el área de maternidad cuenta con aire acondicionado.
Martha Reyes, vocera del sindicato reveló que los niveles de hacinamiento llegan al punto de que en espacios de las unidades de emergencia que apenas deben atender a 16 pacientes, meten 38 y 42.
En el área de trauma habilitada para 12 personas, se aglomera con 34.
A los niveles de hacinamiento por la lentitud de los trabajos, se agrega las agresiones a los médicos y enfermeras, que según los directivos del sindicato, presumen que provienen de familiares de pacientes, molestos por las condiciones en que atienden a los pacientes.
“Nosotros sospechamos que estas agresiones contra el personal de salud proviene de personas molestas por estas condiciones en que atienden a los familiares”, expresa Martha Reyes.
El área en descuido contrasta con los espacios intervenidos por la empresa contratista, aunque las labores avanzan a ritmo muy lento.
El vocero del hospital regional José María Cabral y Báez, Johnny Lama reconoce el derecho de las enfermeras a manifestarse contra lo que consideran anda mal.
Sin embargo, recordó que la dirección del centro de salud se ha mostrado receptiva a escuchar los reclamos de las profesionales de la salud y a buscar una solución.
Los trabajos de reconstrucción del Cabral y Báez iniciaron en junio del 2014 y aunque se tenía previsto terminar la primera etapa del ala norte en diciembre de dicho año, ya suman al menos seis las fechas dispuestas por las autoridades, sin que siquiera concluyan la parte prometida. La inversión estatal a cargo de la oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE) es de mil 800 millones de pesos.
POR MIGUEL PONCE