El nuevo arzobispo de Santo Domingo que sucederá a partir del 4 de septiembre a Nicolás de Jesús López Rodríguez, fecha confirmada por el nuncio apostólico, dijo que de seguro su nombramiento causó sorpresa en todo el país y reveló que el primer sorprendido ha sido él.
“Seguro que este nombramiento ha sido una sorpresa para todos ustedes para todo el país, y les aseguro que el primer sorprendido he sido yo, muy sorprendido”, sostuvo el obispo Francisco Ozoria Acosta, quien continuará en su diócesis San Pedro de Macorís hasta la toma de posesión.
Al ser presentado formalmente, en una rueda de prensa, por el nuncio apostólico Jude Thaddeus Okolo y el obispo auxiliar del Arquidiócesis de Santo Domingo, Víctor Masalles, Ozoria Acosta agradeció al papa Francisco su “inmerecido nombramiento de arzobispo de Santo Domingo”.
Expuso que fue ordenado sacerdote por López Rodríguez y en su ordenación episcopal lo escogió como obispo ordenante principal, razón por la que dijo “hay unos vínculos profundos” que lo unen al cardenal.
“Ya se venía venir la aceptación de la renuncia al gobierno pastoral de la Arquidiócesis de Santo Domingo de su eminencia, Nicolás de Jesús cardenal López Rodríguez. La Iglesia y el país entero estaba a la expectativa de la designación de su sucesor como nuevo arzobispo”, dijo.
Ozoria Acosta agregó que para él será “un gran desafío” sustituir a López Rodríguez, por su fortaleza, su entrega incondicional a su ministerio y por la complejidad de la Arquidiócesis de Santo Domingo.
“No es lo mismo 500 mil habitantes que casi cinco millones de habitantes”, dijo al exponer la diferencia entre la diócesis de San Francisco de Macorís y la Arquidiócesis de Santo Domingo.
Adelantó que se unirá a todos los miembros de la Iglesia para llevar a cabo el propósito de instaurar el Reino de Dios.
Jude Thaddeus Okolo comunicó formalmente a los obispos, sacerdotes, consagrados y a los medios de comunicación de República Dominicana el nombramiento de Ozoria Acosta.
Explicó que “hasta la toma de posesión, López Rodríguez sigue dirigiendo la Arquidiócesis en calidad de administrador apostólico, no administrador diocesano”.
POR MARSOL AQUINO