
Por Bladimir Grullón
Estados Unidos ha visto, en esta ocasión, una campaña electoral poco usual, en la que los candidatos de los dos principales partidos políticos, Demócrata y Republicano, han pasado a “sacarse los trapitos al sol” sin ningún tipo de comedimiento. Y es que probablemente ese país nunca había tenido un candidato tan pintoresco, pero a la vez tan controversial como Donald Trump. Posiblemente la táctica de Trump ha buscado no tener que debatir seriamente con Hillary donde la experiencia política de esta última podría ponerlo en desventaja.
Con una propuesta tan extremista, como la de construir un muro para impedir la entrada de los mexicanos y otros latinos inmigrantes a territorio estadounidense, así como la propuesta de implementar medidas contra aquellos norteamericanos que hagan inversiones en países en expansión como China, Trump paradógicamente se ha granjeado el apoyo de muchos norteamericanos que piensan que ese es el mejor camino para ese país, pero no se dan cuenta de que posiblemente sea un camino equivocado.
Lo primero que debe tomarse en cuenta es que Estados Unidos no es un país cualquiera, es una super potencia mundial y que está lleno de inmigrantes de diversas nacionalidades, especialmente latinoamericanos, por lo cual cuando un candidato esgrime un discurso que conlleve discriminación étnica de cualquier tipo, enseguida comienza a restarse votos.
Por otro lado, los latinoamericanos ya tuvieron un gran peso en las elecciones del 2012 donde el presidente Barack Obama derrotó al entonces candidato del partido Republicano, Mitt Romny.
Romny no tenía un discurso tan extremista como el que ha enarbolado el actual candidato republicano, Donal Trump. Sin embargo, defendía la promulgación de leyes en contra de los inmigrantes ilegales, lo que hizo que la gran mayoría de los latinoamericanos votasen por el candidato demócrata.
Hoy, según analistas muy prestigiosos, como Nate Silver, Larry Sabato, así como el portal The Cook Political report, Hillary Clinton continúa adelante a pesar de los ataques que ha recibido con nuevas declaraciones del FBI que finalmente no comprometen la candidata demócrata, pero que hicieron algo de daño en su momento.
Esto nos hace pensar que los republicanos, probablemente, tendrán que replantearse su posición hacia los inmigrantes, especialmente hacia los latinoamericanos, si quieren realmente volver a la Casa Blanca.