
El Mirador
Por Luís Céspedes Peña
La principal responsabilidad de un gobierno, debe ser la defensa de los intereses de la mayoría, la cual-por naturaleza-es la que siempre necesita de la protección del Estado.
Y fue ahí a donde se ubicó el régimen que dirige el Presidente, licenciado Danilo Medina, especialmente en los pasados cuatro años, con las visitas sorpresas, que dieron muy buenos resultados, así como las construcciones de escuelas.
Pero eso ya fue una etapa. El gobierno, en lo adelante, está en el deber, por no decir la obligación, de mejorar la metodología. Ahora hay que trabajar con los graves problemas económicos, casi más que con los sociales, porque de los primeros, en algunos casos, dependen los segundos.
El incremento del precio del dólar, que ya está por encima de los 46 pesos por uno, está empujando a una peligrosa inflación, por un lado, y por la otra parte, a una recesión económica mayor, porque ambas están presentes en los actuales momentos.
Ya hay que decir que los pesos comenzaron a caerle atrás a los dólares. Muchas personas están vendiendo en dólares y depositando éstos en Bancos, porque están aumentando su valor, mientras el peso se devalúa. Hay un sector del empresariado que está “jugando” a lograr que el precio del dólar alcance el 50 por 1.
Entre más se acentúa la crisis, mayor será el costo del dólar y más grandes serán los problemas económicos para la mayoría de ciudadanos, incluyendo a la totalidad de los empresarios, industriales y comerciantes que tienen que usar la moneda extranjera para poder operar, básicamente, los que se dedican a las importaciones.
Los otros inversionistas tienen que funcionar de acuerdo a las circunstancias, pero todo, sin ningún componente, dirigido hacia los incrementos de los precios de los productos, que finamente castiga a los consumidores de escasos recursos económicos. ¡Afecta a los ricos, pero ellos tienen respuestas económicas!
La mayoría de los empleados del Estado (los de las clases media, que es una totalidad de técnicos, y la baja, que son servidores que ganan menos de seis meses pesos mensuales), están con los mismos salarios de finales del 2005.
Hay que admitir que como el gobierno que dirigió el doctor Leonel Fernández mantuvo el control del precio del dólar entre 35 y 37 pesos, en casi todo su trayecto, la economía siempre se mantuvo estable.
Los grandes supermercados de Santiago, que antes hacían un especial semanal, ya están haciendo dos, para motivar la asistencia de público, a causa de las bajas ventas.
Cuando en los gobiernos de Joaquín Balaguer, de Leonel y el de Hipólito Mejía se originaba ese tipo de situación, hacían construcciones masivas en todo el país, se creaban brigadas de trabajadores para limpiar cafetales, conucos, las aceras de las avenidas o calles, para movilizar la economía. Si se crean déficits para pagar otras deudas, ¿por qué no hacerlos para incentivar la economía? No es lo correcto, pero es una realidad.
La inflación, que produce disminución en las ventas, crea recesión. Pensamos que el gobierno debe hacer lo posible para producir un reajuste de salarios a nivel general. No hacerlo, tendrá grandes y graves consecuencias.
La demanda de aumento salarial, el alto costo de vida y la falta de apoyo a la mayoría de los medios de comunicaciones, especialmente los que están fuera de la capital, incuba una protesta nacional. ¡Ya se está hablando de eso!
Y si a eso se le agrega la postura de sectores empresariales que le reclaman al gobierno la reducción de la nómina pública, que es lo mismo que decir cancelaciones masivas en las instituciones del Estado, todavía es peor. ¿Qué buscan esos empresarios con exigir cancelaciones masivas en el Estado? Lo único que se logra con eso es crearle más problemas al gobierno, porque es una medida impopular.
El gobierno del Presidente Danilo Medina tiene una alta cuota de empresarios. ¡Debe tratarlos como inversionistas! Pensamos que el ahogo económico de medios de comunicaciones, no le conviene al Presidente Medina. Estos, como es natural, ya le están respondiendo que masivas publicaciones negativas. ¡Es una poderosa arma! El Presidente sabe que muchos de sus aliados estratégicos ya están del otro lado.
En Santiago, el motor económico del Cibao, y éste del país, el trato cruel en contra de la mayoría de los medios de comunicaciones, le está haciendo un gran daño al gobernante. En esta zona siguen desapareciendo programas por falta de publicidad. Lo peor es que se observa una peligrosa alianza con el sector privado. Éste casi tampoco está apoyando a los medios El Presidente debe averiguar ¿por qué?
¿Se quiere, desde el propio gobierno y desde fuera, comenzar a sumarle impopularidad al Presidente Medina? La misma suerte o peor, está sucediendo con los periódicos digitales, a los cuales se le están suspendiendo los pequeños anuncios que tienen. Si la idea es que quebrando a los medios de comunicaciones se gana más, están equivocados. El Presidente no debe creer todo lo que le dicen. Pensamos que en su nombre, hay quienes están haciendo buenos negocios. Todos esos malestares contribuyen a crear una gran explosión social
Gracias por leernos.