Cerrarán la campaña electoral en siete días

Los partidos políticos sólo disponen de siete días para realizar proselitismo debido a que desde el jueves 13 a la medianoche inicia la veda electoral.

La medida está contemplada en el artículo 155 de la Ley Electoral 15-19 referente a la campaña electoral.

La disposición indica que la veda electoral es la prohibición de realizar actos de proselitismo, espectáculos públicos, ya sea en locales abiertos o cerrados, manifestaciones o reuniones públicas de carácter político, incitaciones, propaganda electoral por la prensa radial, televisiva, avisos, carteles, telones y otros medios similares.

 

La legislación también dispone que a partir de la madrugada del viernes 14, debe cesar la campaña electoral a nivel de los medios de comunicación.

“Desde las doce de la noche del jueves inmediatamente anterior al día de las elecciones cesará toda actividad de campaña electoral, incluso en los medios de comunicación, los cuales podrán transmitir su programación habitual, siempre que no se incluya en ella ninguna alusión relativa a proselitismo o promoción de partidos, agrupaciones o candidatos y candidatas”, advierte el artículo 167.

Un día después, sábado 15 conforme al artículo 214 de la Ley Electoral entra en vigencia la prohibición para el expendio de bebidas alcohólicas.

“Desde veinticuatro (24) horas antes de la elección, no podrá expenderse ni distribuirse a ningún título bebidas alcohólicas, hasta doce horas después de terminada la votación. Se exceptúan de la presente disposición aquellas instituciones hoteleras que se encuentran ubicadas en las zonas turísticas, las cuales deberán ser debidamente identificadas por la Junta Central Electoral, conjuntamente con las organizaciones acreditadas por ante los organismos oficiales y que agrupan estos establecimientos”, refiere la legislación.

A partir de mañana sábado 8, la Ley Electoral establece una serie de plazos fatales que deberán ser cumplidos como es el caso de las encuestas y sondeos políticos, los que estarán prohibidos.

POR NIZA CAMPOS