En Rep. Dominicana aumenta preocupación por robos usando la burundanga

POR RAMON RODRIGUEZ

SANTO DOMINGO. El incremento de los robos en los que se utiliza la sustancia popularmente conocida como la burundanga o escopolamina mantiene preocupada a la población y ha generado que las autoridades abran una investigación.

El hecho más reciente de utilización de la burundanga es el de tres médicos residentes de primer año en el hospital Salvador B. Gautier, Distrito Nacional, la mañana del pasado sábado. Las víctimas fueron entrevistadas ayer por una comisión designada por la Policía Nacional para investigar ese hecho y dar seguimiento a los otros casos denunciados.

Según informó el vocero de la Policía Nacional, Frank Félix Durán Mejía, los comisionados son los coroneles Guillermo Pérez Hubiera y Rafael Cabrera Sarita, este último comandante del Departamento de Homicidios de la institución.

Para tratar los casos, se trabaja en la articulación de una mesa de trabajo interinstitucional que encabece la Policía Nacional y que integre a la Procuraduría Especializada de Crímenes y Delitos contra la Salud y a la Dirección Nacional de Control de Drogas.

La burundanga

La burundanga o escopolamina es una sustancia psicotrópica que provoca estado de sumisión en la víctima a través del automatismo del cerebro. Se encuentra en varias plantas, principalmente de la Floripondio, popularmente conocida en el país como “Campana”.

Los síntomas más comunes asociados a esta droga son la visión borrosa, dilatación de las pupilas, suspensión de la producción de saliva, dificultad para hablar, taquicardia y aumento de la temperatura corporal, que alcanzan su punto máximo en una o dos horas, y luego empiezan a descender.

Uso de la burundanga

Se utiliza con fines delictivos principalmente en polvo o bebida y su componente activo es la atropina.

La mayoría de los casos denunciados han sido por contacto a través de diversos tipos de propagandas o documentos.

Recomendación

La Policía recomendó a la población ser cauta con los extraños, sobre todo, en la cercanías de instituciones bancarias, centros comerciales, lugares donde los desaprensivos operan con más frecuencia.