Premio Cervantes al escritor Sergio Ramírez

CULTURA VIVA

 

Por Lincoln López

Sergio Ramírez Mercado (1942) recibió el Premio Cervantes, el más importante galardón de la Lengua Española.

\Es un destacado escritor, periodista, político y abogado nicaragüense. Vicepresidente de Nicaragua durante los años 1985-1990. Había pertenecido al grupo opositor de “Los Doce”, integrado por intelectuales, empresarios, sacerdotes y empresarios, en apoyo del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en lucha contra el régimen dictatorial de los Somoza. En 1996 se retiró de la política para dedicarse a la literatura.

Desde 1976 la ciudad española Alcalá de Henares (Patrimonio de la Humanidad)  cada 23 de abril (IV Centenario de la muerte de Cervantes) recibe a una personalidad de las letras para otorgarle esta prestigiosa distinción en el  Paraninfo de la Universidad de Alcalá. Es el máximo reconocimiento “a la labor creadora de escritores españoles e hispanoamericanos cuya obra haya contribuido a enriquecer de forma notable el patrimonio literario en lengua española”. Considero interesante conocer las ideas dadas en el discurso de agradecimiento.

Por razones de espacio me limito a comentar cuatro temas tratados por el autor de  Oficios compartidos (1994) y Un baile de Máscaras (1995).

El primero versó sobre su compatriota y poeta modernista Rubén Darío, llamándolo, el Libertador porque todo lo renovó: “la materia, el vocabulario, la métrica, la magia peculiar de ciertas palabras, la sensibilidad del poeta y de sus lectores”. Resaltó esa libertad con calidad y la “mezcla de voces revueltas a la lumbre del Caribe, de donde yo también vengo”.

A seguidas se refirió a Don Quijote, inventor y hace un símil con un clásico de la cultura griega: Ulises el personaje de Homero, afirmando  que “Ulises es personaje de Homero. Ulises es un mentiroso consumado, que inventa para enredar a los demás. Don Quijote, en cambio, inventa para sí mismo, es criatura de su propia ficción. Apenas recobra el seso, todo aquel tinglado construido en su mente  se deshace, los cortinajes y decoración desaparecen, y lo que permanece a la vista es la simple realidad racional”.

Esa es la reflexión de un erudito, en la cima de su obra literaria: pero, el mensaje que nos envía  el prologuista de la obra Cuentos más que completos de Juan Bosch, su tercer tema: Un nudo de palabras, es la importancia de la presencia de estos libros para estudiarlos de manera permanente en sus “clases de literatura en el colegio de secundaria” de su país natal, y que le sirvieron como base para su futuro como escritor. Expresó que muchos de los textos de Cervantes y de Quevedo “los aprendió de memoria para siempre”.

Los dos últimos temas que seleccioné están dirigidos sobre el arte de escribir. Los tituló: Una epifanía diaria y La libertad creadora. Sobre la primera señala que hay que entregarse por completo a la tarea de escribir y “que no se da sin el uso de los procedimientos debidos…” En cuando al segundo, apunta que “se ha escrito siempre en contra de alguien o a favor de alguien”.

Termino, pues, este escrito citando a Sergio Ramírez ofreciendo ese premio a los jóvenes de su país: “Dedico este premio a la memoria de los nicaragüenses que en los últimos días han sido asesinados en las calles por reclamar justicia y democracia.